El letrado sostuvo al diario La Nación que todo lo expresado por las autoridades del vecino país carece de argumentos y que lo acontecido podría responder a ciertos intereses.

“Creo que son muestras, y es momento de que nuestra jus­ticia y diplomacia se pongan los pantalones largos y no per­mitir intromisiones. Mañana pueden ser intereses nacio­nales en la negociación de Itaipú”, sostuvo.

El abogado sostiene que al dar prioridad a la legisla­ción extranjera, el día de mañana podría atacar por otros asuntos políticos. Como consecuencia de dar el primer paso de supre­macía que hoy no existe, según explicó. La señal que se da es la de otorgar supremacía sobre nuestra ley. “Hay que ser cuidado­sos”, enfatizó.

Recordó que “no podemos dejar de lado nuestra sobera­nía jurídica porque según lo publicado, todas las acusacio­nes carecen de fundamento”.

Además, considera que la respuesta al hecho de alguna forma es peligrosa porque “estamos dando prioridad a legislaciones extranje­ras y actos infundados por sobre el derecho de nuestros compatriotas que realmente están haciendo las cosas en Paraguay”.

Sosa Bareiro aclaró que mien­tras no exista ninguna causa jurídica en Paraguay ni nin­guna causal jurídica en el país “no se puede estar desme­ritando a nuestros ciudada­nos y darle lugar a cuestiones externas y foráneas; además de infundadas. Hasta se puede decir que podrían ser interesadas por cuestiones de negociaciones que tene­mos a futuro”, añadió.

Alertó también sobre lo peligroso que podría llegar a ser para el sistema de jus­ticia nacional, por lo que recomendó salvaguardar la seguridad jurídica. “Con eso estamos salvaguardando cualquier negociación futura y hacernos respetar como soberanos en todos los senti­dos”, sostuvo. Sin embargo, agregó que al dar lugar a estas sentencias “absurdas” de alguna forma se estaría desmeritando la soberanía jurídica. “Por perjudicarle a uno, estamos arriesgando todo lo que puede ser nuestra posición geopolítica y jurídica en el futuro”, mencionó.

Por otro lado, la tarea esen­cial dentro del territorio es no debilitar nuestro sistema jurí­dico e institucional. “Al con­trario, tenemos que fortale­cerlo porque o si no el día de mañana dentro de esa debili­dad, la diplomacia extranjera puede aprovechar y perjudi­carnos en otras cuestiones. Podría o no de alguna manera tener que ver con la renegocia­ción del 2023”, dijo a La Nación.

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