Cada vez es más complicado el tráfico vecinal fronterizo entre Encarnación, Paraguay y Posadas, Argentina.

La situación se inició el domingo de Pascuas y terminó en la madrugada de este martes. Una fila que iniciaba en el Centro de Frontera de Encarnación y terminaba en la rotonda de ingreso al puente que une a los barrios Bernardino Caballero y San Pedro, fue el vía crucis de los miles de turistas que pasaron el fin de semana largo en distintos puntos de Itapúa y que ingresaron al país vía Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz.

La fila se extendió a lo largo de la avenida costanera Padre Carlos Bolyk, avenida costanera República del Paraguay, avenida Japón, hasta llegar al Centro de Frontera. La espera mínima fue de unas 10 horas por vehículo, y totalizó 10 kilómetros de extensión.

Miembros de la Comunidad Libanesa de Encarnación y de la Cámara de Comercio, repartieron agua mineral y algunos víveres para tratar de hacer más llevadera la espera de los visitantes en el operativo retorno.

La mayoría de los visitantes, eran provenientes de Posadas, Ituzaingó y Resistencia (Chaco Argentino). Éstos lamentaron que sean los propios argentinos quienes hagan pasar mal a sus compatriotas, por la falta de infraestructura de Migraciones, en la cabecera del puente lado argentino.

Varios calificaron de vergonzosa la situación, tratando de indolentes a los funcionarios de Migraciones y de Aduanas de la ciudad de Posadas. Pidieron urgente intervención de las autoridades pertinentes de la República Argentina, ya que este tipo de pasar es jugar directamente con la vida, y el problema se suscita categóricamente el la cabecera del puente de ese país.

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